Penélope Haro > Bitácora > La vida > Sobre la deducción y otros menesteres
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Escribir como un hábito. Escritura automática como una técnica obligatoria, tarea dejada por mi estimadísima Ana Goderi.

No me suscribo a la idea de que no soy creativa, sin embargo, sí considero que constantemente me falta una chispa para arrancar. En esta ocasión he decidido utilizar una herramienta para ayudar a todos aquellos con bloqueo de escritor (aunque escritora no sea). Este maravilloso as bajo la manga consiste en 100 tarjetas de diversas temáticas, de las cuales yo debo seleccionar una al azar y escribir sobre el tema que esta dicte. A partir de hoy le llamaremos – Oráculo.

Sin gran pompa ni circunstancia, hoy mi oráculo me pregunta lo siguiente: -qué personaje ya sea de libro o de película me gustaría conocer y por qué-. Debo confesar que mi respuesta inmediata y casi instintiva fue “El Profesor de la Casa de Papel”, me cuestioné un poco sobre ello, dije “Pero ¿por qué?” – Mi respuesta fue “Porque es un Sherlock moderno”- entenderás que obviamente ipso facto cambié de personaje. No podía creer que por segundos, había olvidado a uno de mis personajes más amados tanto en cine como en literatura. Sherlock Holmes.

¿Por qué me gustaría conocerlo? Porque es la persona más famosa que jamás existió. Existen cientos de teorías detrás de ese nombre, y simplemente la mera creación del personaje requirió un trabajo monumental detrás. Los conocimientos y datos para corroborar fueron extenuantes.

Arthur Conan Doyle un médico británico que decidió escribir un poco de ciencia ficción, poesía, relatos históricos, novelas (sí por qué no), y quien sería inmortalizado y finalmente hastiado por su más popular creación – Sherlock Holmes

¿Qué hay detrás del personaje? Un hombre irónico, frío, inquieto, emocionalmente disfuncional. No encaja en la sociedad. Tiene una inteligencia superior a la media, se dedica a solucionar problemas/delitos y sus poderes deductivos lo llevan al borde de la locura. ¡Imagina lo que es VER TODO! Todo lo que pasa a tu alrededor, todos los patrones, sucesos.  Vivir 30 pasos delante de todos a tu alrededor. Por cada escenario pensar en 15 posibles soluciones. Ver en todo un sin fin de posibilidades.

Ser una persona letrada en disciplinas como: anatomía, química, combate, física, botánica, arte, ocultismo, lenguas, filosofía, política, astrología, música.

Imagina ser el precursor de lo que ahora llamamos Ciencias Forenses. Ir en reversa y cazar las pistas. Conectar los puntos.  “Soy aficionado tanto a la observación como a la deducción”- Holmes

¿Por qué un personaje tan “frío” y “robótico” podría apelar tanto a mi atención? Bueno por un lado me parece inexplicablemente interesante la existencia de una persona así. Me genera curiosidad, ganas de ver y entender. Por otro lado, quizá en algunos puntos resueno con él.

Sherlock Holmes llegó a mí a través de “Estudio en Escarlata” hace aproximadamente 15 años. Vino a mí de la manera menos esperada que pude imaginar en su momento. Como contexto he de confesar que la poesía y yo, nunca hemos hecho las paces y realmente poco la entiendo y ningún esfuerzo hace ella por explicarse hacia mí. Dicho esto, un cliente que tuve en ese momento, con el que trabajé largas horas, un arquitecto, que por supuesto también era poeta. Publicó un poemario y me invitó a su evento de lanzamiento. Todo se dio como se tenía que dar en estos protocolos, se aplaudió, se leyó, hubo brindis, bocadillos, “¡ohs!” y “¡ahs!”, y cercano el fin de la velada, mi cliente se me acercó para obsequiarme su poemario (lo agradecí mucho), pero él tenía algo más para mí. Era otro libro, con un listón rojo. Antes de entregármelo me dijo lo siguiente: “Esto es para ti, te va a encantar, alguien con una mente tan deductiva como la tuya no puede ir por la vida sin tener a Sherlock en su colección”.

Honestamente yo me quedé anonadada por todo el gesto, pues no solo había doble obsequio, era un regalo muy especial, siempre me había llamado la atención leer sobre Sherlock y finalmente… la duda… ¿Cómo y por qué consideraba que yo tenía mente deductiva? ¿Era algo que había dicho? ¿Algo que había hecho? ¿Mi forma de trabajar? ¿El método que había usado? – Y justo al darme cuenta que estaba haciéndome a mí misma todas esas preguntas y respondiéndomelas en la cabeza (mientras sonreía en señal de agradecimiento)…Entendí.

Muchos años han pasado, muchos clientes han llegado, otros gestos han sucedido (magníficos también). Pocos que me dejaron esa huella.

¿Dónde está ese libro? Se perdió en los ires y venires del ayer. La anécdota jamás.

¿Qué me llama del pensamiento deductivo? Quizá su alta complejidad y la simplicidad del mismo. Todo tiene una solución, solo necesitas “data, data, data”. (Hechos).

“No hay nada tan engañoso como un hecho evidente” –  “Mis deducciones son la sencillez misma”  – “El delito es algo corriente- La lógica es una rareza”. Holmes.

Quizá por algo me divierte el concepto de los cuartos de escape. El reto de solucionar a través de pistas casi absurdas, en tiempo récord. No sé, algo tiene que me llama. Lo que me recuerda una de las ocasiones en las que estuve en uno y fallamos, la humanidad fue aniquilada. Todo comienza como en un chiste… Estaban dos mexicanos y un turco…  será historia para otra ocasión.

¡Sherlock qué gusto me daría conocerte! Uno de los personajes más influyentes de nuestra época, que jamás existió.

Deducción

-Acción y efecto de deducir.

-Derivación.

-lóg. Forma de razonamiento que consiste en partir de un principio general conocido para llegar a un principio particular desconocido. (V. inducción, silogismo.)

-mús. En el canto llano, serie de notas que ascienden o descienden de tono.

Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.